Por su genio precoz, fue apodado "el Mozart del ajedrez"; por el aura de invencibilidad en su época dorada se le llamó "la máquina del ajedrez".
La victoria de San Sebastián convirtió a Capablanca en el ajedrecista más famoso del momento. Su apellido, sonoro y exótico, se repitió fácilmente en todas las lenguas y ya no hubo forma de olvidarlo jamás.
Capablanca inicia entonces un recorrido por ciudades europeas, realizando una brillante actuación en simultáneas. Encontrándose en Viena lanza un reto al Dr. Lasker para disputarle el campeonato del mundo, pero este le impone condiciones inaceptables.
A las puertas del Campeonato Mundial
Vencidas las dificultades que dilataron el esperado encuentro, Lasker y Capablanca inician la discusión del Campeonato del Mundo en abril de 1921, en La Habana.
El resultado del match hizo pensar a muchos que el cubano era invencible: ganó al gran Lasker - que el tiempo demostró que no estaba ni mucho menos que liquidado, como algunos pretendieron afirmar - con el asombroso resultado de 4 x 0 y diez partidas tablas. Nadie ha jugado en la historia del ajedrez un match con la seguridad y exactitud de Capablanca contra Lasker.
Por algún tiempo no participa en eventos importantes, pero Capablanca es el ídolo del ajedrez mundial, la máquina invencible, y Cuba, asociada a su nombre, es conocida hasta en los más recónditos confines del planeta.
En 1924 interviene en el gran torneo de New York, donde pierde una memorable partida con Reti y el mundo se asombra... La «Máquina de jugar Ajedrez» comienza a ser considerada vulnerable.
En 1927, contando 38 años de edad, gana Capablanca uno de los torneos más importantes de la época. Se celebró en New York, a cuatro vueltas, figurando en la nómina del mismo los dos retadores, conjuntamente con Vidmar, Marshall y Spielmann.
Fue uno de los éxitos más grandes de Capablanca, que jugó las 20 partidas sin perder ninguna.
Capablanca pierde la corona contra Alekhine
Alekhine es aceptado como retador y en el mes de septiembre de 1927 la ciudad de Buenos Aires se convierte en el polo mundial del Ajedrez.
Inmediatamente después de la derrota Capablanca manifestó sus deseo de jugar un match revancha, pero Alekhine rehuyó el encuentro y jamás quiso enfrentarse al cubano mientras mantuvo el título mundial.
¿ Campeón sin corona ?
En este último torneo se produce el primer encuentro Capablanca-Alekhine después del match de Buenos Aires, y Capablanca aprovecha para derrotar en una magistral partida a su "huidizo" adversario.
El gran torneo de Nottingham de 1936, conocido hoy como «El Torneo de los cinco campeones», es el último triunfo magistral en la carrera de Capablanca.
EL final...
Capablanca tenía por costumbre visitar todas las noches el Club de Ajedrez Manhattan, situado frente al Parque Central de New York. El 7 de marzo de 1942, alrededor de las nueve de la noche, Capablanca, de muy buen humor, hacía bromas en relación con las jugadas que se producían en el tablero. De pronto, sorprendiendo a los que le rodeaban, se puso en pie exclamando: - "Ayúdenme a quitar el abrigo..." desplomándose en brazos de los ajedrecistas citados.
Trasladado momentos después al Hospital Mount Sinaí, llegó al mismo en estado comatoso, falleciendo a las 5:30 de la mañana del día 8. La causa directa de su muerte fue hemorragia cerebral, consecuencia de los graves desarreglos de hipertensión arterial que venía padeciendo desde hacia bastante tiempo.
Justamente un año antes, en el propio Hospital Mount Sinaí, había fallecido el doctor Enmanuel Lasker, a quien arrebató el título en 1921. Tras su muerte el mundo del ajedrez sufrió una terrible consternación. Los más importantes grandes maestros de la época, incluido Alekhine, expresaron su pesar y le calificaron como el más grande jugador de ajedrez de todos los tiempos.
Veinte años después...
José Raúl Capablanca Graupera colmó de glorias el nombre amado de Cuba, recibiendo los más altos honores en todos los países del mundo que visitó.
Veinte años después de su muerte comienzan a celebrarse en Cuba, en 1962, los clásicos Torneos Internacionales Capablanca In Memoriam, en el que se han dado cita, en sus más de 30 ediciones, campeones mundiales y los principales grandes maestros del último trienio, siendo además la cuna del desarrollo del ajedrez latinoamericano, en el que han alcanzado normas internacionales ajedrecistas de todo el mundo.
La victoria de San Sebastián convirtió a Capablanca en el ajedrecista más famoso del momento. Su apellido, sonoro y exótico, se repitió fácilmente en todas las lenguas y ya no hubo forma de olvidarlo jamás.
Capablanca inicia entonces un recorrido por ciudades europeas, realizando una brillante actuación en simultáneas. Encontrándose en Viena lanza un reto al Dr. Lasker para disputarle el campeonato del mundo, pero este le impone condiciones inaceptables.
A las puertas del Campeonato Mundial
Vencidas las dificultades que dilataron el esperado encuentro, Lasker y Capablanca inician la discusión del Campeonato del Mundo en abril de 1921, en La Habana.
El resultado del match hizo pensar a muchos que el cubano era invencible: ganó al gran Lasker - que el tiempo demostró que no estaba ni mucho menos que liquidado, como algunos pretendieron afirmar - con el asombroso resultado de 4 x 0 y diez partidas tablas. Nadie ha jugado en la historia del ajedrez un match con la seguridad y exactitud de Capablanca contra Lasker.
Por algún tiempo no participa en eventos importantes, pero Capablanca es el ídolo del ajedrez mundial, la máquina invencible, y Cuba, asociada a su nombre, es conocida hasta en los más recónditos confines del planeta.
En 1924 interviene en el gran torneo de New York, donde pierde una memorable partida con Reti y el mundo se asombra... La «Máquina de jugar Ajedrez» comienza a ser considerada vulnerable.
En 1927, contando 38 años de edad, gana Capablanca uno de los torneos más importantes de la época. Se celebró en New York, a cuatro vueltas, figurando en la nómina del mismo los dos retadores, conjuntamente con Vidmar, Marshall y Spielmann.
Fue uno de los éxitos más grandes de Capablanca, que jugó las 20 partidas sin perder ninguna.
Capablanca pierde la corona contra Alekhine
Alekhine es aceptado como retador y en el mes de septiembre de 1927 la ciudad de Buenos Aires se convierte en el polo mundial del Ajedrez.
Inmediatamente después de la derrota Capablanca manifestó sus deseo de jugar un match revancha, pero Alekhine rehuyó el encuentro y jamás quiso enfrentarse al cubano mientras mantuvo el título mundial.
¿ Campeón sin corona ?
En este último torneo se produce el primer encuentro Capablanca-Alekhine después del match de Buenos Aires, y Capablanca aprovecha para derrotar en una magistral partida a su "huidizo" adversario.
El gran torneo de Nottingham de 1936, conocido hoy como «El Torneo de los cinco campeones», es el último triunfo magistral en la carrera de Capablanca.
EL final...
Capablanca tenía por costumbre visitar todas las noches el Club de Ajedrez Manhattan, situado frente al Parque Central de New York. El 7 de marzo de 1942, alrededor de las nueve de la noche, Capablanca, de muy buen humor, hacía bromas en relación con las jugadas que se producían en el tablero. De pronto, sorprendiendo a los que le rodeaban, se puso en pie exclamando: - "Ayúdenme a quitar el abrigo..." desplomándose en brazos de los ajedrecistas citados.
Trasladado momentos después al Hospital Mount Sinaí, llegó al mismo en estado comatoso, falleciendo a las 5:30 de la mañana del día 8. La causa directa de su muerte fue hemorragia cerebral, consecuencia de los graves desarreglos de hipertensión arterial que venía padeciendo desde hacia bastante tiempo.
Justamente un año antes, en el propio Hospital Mount Sinaí, había fallecido el doctor Enmanuel Lasker, a quien arrebató el título en 1921. Tras su muerte el mundo del ajedrez sufrió una terrible consternación. Los más importantes grandes maestros de la época, incluido Alekhine, expresaron su pesar y le calificaron como el más grande jugador de ajedrez de todos los tiempos.
Veinte años después...
José Raúl Capablanca Graupera colmó de glorias el nombre amado de Cuba, recibiendo los más altos honores en todos los países del mundo que visitó.
Veinte años después de su muerte comienzan a celebrarse en Cuba, en 1962, los clásicos Torneos Internacionales Capablanca In Memoriam, en el que se han dado cita, en sus más de 30 ediciones, campeones mundiales y los principales grandes maestros del último trienio, siendo además la cuna del desarrollo del ajedrez latinoamericano, en el que han alcanzado normas internacionales ajedrecistas de todo el mundo.
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