viernes, 14 de noviembre de 2008

OJALA

Ojalá
Por Eduardo Galeano
Esta Casa Blanca, que ahora es su casa, fue construida por esclavos negros. Ojalá no lo olvide, nunca.
¿Obama probará, desde el gobierno, que sus amenazas guerreras contra Irán y Pakistán fueron no más que palabras, proclamadas para seducir oídos difíciles durante la campaña electoral?
Ojalá. Y ojalá no caiga ni por un momento en la tentación de repetir las hazañas de George W. Bush. Al fin y al cabo, Obama tuvo la dignidad de votar contra la guerra de Irak, mientras el Partido Demócrata y el Partido Republicano ovacionaban el anuncio de esa carnicería.
Durante su campaña, la palabra leadership fue la más repetida en los discursos de Obama. Durante su gobierno, ¿continuará creyendo que su país ha sido elegido para salvar el mundo, tóxica idea que comparte con casi todos sus colegas? ¿Seguirá insistiendo en el liderazgo mundial de los Estados Unidos y su mesiánica misión de mando?
Ojalá esta crisis actual, que está sacudiendo los cimientos imperiales, sirva al menos para dar un baño de realismo y de humildad a este gobierno que comienza.
¿Obama aceptará que el racismo sea normal cuando se ejerce contra los países que su país invade? ¿No es racismo contar uno por uno los muertos invasores en Irak y olímpicamente ignorar los muchísimos muertos en la población invadida? ¿No es racista este mundo donde hay ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría, y muertos de primera, segunda y tercera?
La victoria de Obama fue universalmente celebrada como una batalla ganada contra el racismo. Ojalá él asuma, desde sus actos de gobierno, esa hermosa responsabilidad.
¿El gobierno de Obama confirmará, una vez más, que el Partido Demócrata y el Partido Republicano son dos nombres de un mismo partido?
Ojalá la voluntad de cambio, que estas elecciones han consagrado, sea más que una promesa y más que una esperanza. Ojalá el nuevo gobierno tenga el coraje de romper con esa tradición del partido único, disfrazado de dos que a la hora de la verdad hacen más o menos lo mismo aunque simulen que se pelean.
¿Obama cumplirá su promesa de cerrar la siniestra cárcel de Guantánamo?
Ojalá, y ojalá acabe con el siniestro bloqueo de Cuba.
¿Obama seguirá creyendo que está muy bien que un muro evite que los mexicanos atraviesen la frontera, mientras el dinero pasa sin que nadie le pida pasaporte?
Durante la campaña electoral, Obama nunca enfrentó con franqueza el tema de la inmigración. Ojalá a partir de ahora, cuando ya no corre el peligro de espantar votos, pueda y quiera acabar con ese muro, mucho más largo y bochornoso que el Muro de Berlín, y con todos los muros que violan el derecho a la libre circulación de las personas.
¿Obama, que con tanto entusiasmo apoyó el reciente regalito de setecientos cincuenta mil millones de dólares a los banqueros, gobernará, como es costumbre, para socializar las pérdidas y para privatizar las ganancias?
Me temo que sí, pero ojalá que no.
¿Obama firmará y cumplirá el compromiso de Kyoto, o seguirá otorgando el privilegio de la impunidad a la nación más envenenadora del planeta? ¿Gobernará para los autos o para la gente? ¿Podrá cambiar el rumbo asesino de un modo de vida de pocos que se rifan el destino de todos?
Me temo que no, pero ojalá que sí.
¿Obama, primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos, llevará a la práctica el sueño de Martin Luther King o la pesadilla de Condoleezza Rice?
Esta Casa Blanca, que ahora es su casa, fue construida por esclavos negros. Ojalá no lo olvide, nunca.
Por Eduardo Galeano
(Breve historia)
La Casa Blanca (The White House, en inglés) es la residencia oficial y principal lugar de trabajo del Presidente de los Estados Unidos.
La Casa Blanca se basó en el proyecto de la Villa Rotonda de Palladio. Es de estilo renacentista neogriego o neoclásico en América, que fue ideado por George Washington y construido en 1790.
El presidente Washington y el diseñador de la ciudad, Pierre L'Enfant, escogió el sitio donde se construiría.
Como su nombre lo indica, es un edificio blanco localizado en la Pennsylvania Avenue Nº 1600 (Avenida Pensilvania) al noroeste de Washington DC. Proyectada durante el primer mandato de George Washington, el edificio fue inaugurado por John Adams en 1800.
Formalmente éste edificio recibió los nombres de Palacio Presidencial, hasta que el presidente Theodore Roosevelt lo llamó «La Casa Blanca».
La construcción comenzó con la colocación de la primera piedra el 13 de octubre de 1792.
Un diario conservado por el comisionado de construcción del Distrito de Columbia registra que las bases de la residencia principal fueron excavadas por esclavos.
Los cimientos también fueron construidos por trabajadores esclavos.
Otros trabajos en la casa fueron realizados por inmigrantes, muchos todavía sin la ciudadanía.
La construcción inicial se llevó a cabo en un período de ocho años, aunque todavía sin terminar, la Casa Blanca estaba lista para su ocupación en o sobre el 1 de noviembre de 1800.
Cuando se terminó la construcción las paredes de piedra arenisca porosas fueron cubiertas de una mezcla de cal, cola de arroz, caseína y plomo, dando a la casa su color familiar y su nombre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

*The blog below can be translated to any languege*

Dica de leitura...Textos ácidos e sarcásticos, pra quem quer ficar por dentro dos assuntos políticos e dos últimos acontecimentos de forma leve.


www.mosaicodelama.blogspot.com

Boa leitura!