Hoy es día de fiesta en Maracaibo y se guarda memoria obligatoria en toda la Iglesia Venezolana en honor a Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá.
Hoy es día de fiesta en la Guardia Nacional por ser día de su patrona, la Virgen de Chiquinquirá.
Se recuerda aquel 18 de noviembre de 1952 cuando se corona canónicamente a la Virgen de la Chiquinquirá, en ceremonia presidida por Monseñor Jose Musuraca, Nuncio de su Santidad.
Hoy es el día de Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, patrona del pueblo zuliano y faro de luz divina para nuestra nación.
Se cuenta que el 18 de Noviembre de 1709, hace exactamente 299 años, en la casa de la señora María Cárdenas, numero 5 de la Calle que después se llamaría de El Milagro, se concretó entre nosotros la presencia de la Madre de Dios.
La señoras Cárdenas había encontrado, dias atrás, una tablita flotando en las aguas del Lago que se llevó a su casa y utilizaba para tapar la tinaja del agua. Pasado el tiempo, un día, al limpiarla, notó que en ella se veía levemente la imagen de una santa.
Hoy es día de fiesta en la Guardia Nacional por ser día de su patrona, la Virgen de Chiquinquirá.
Se recuerda aquel 18 de noviembre de 1952 cuando se corona canónicamente a la Virgen de la Chiquinquirá, en ceremonia presidida por Monseñor Jose Musuraca, Nuncio de su Santidad.
Hoy es el día de Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá, patrona del pueblo zuliano y faro de luz divina para nuestra nación.
Se cuenta que el 18 de Noviembre de 1709, hace exactamente 299 años, en la casa de la señora María Cárdenas, numero 5 de la Calle que después se llamaría de El Milagro, se concretó entre nosotros la presencia de la Madre de Dios.
La señoras Cárdenas había encontrado, dias atrás, una tablita flotando en las aguas del Lago que se llevó a su casa y utilizaba para tapar la tinaja del agua. Pasado el tiempo, un día, al limpiarla, notó que en ella se veía levemente la imagen de una santa.
La señora Cárdenas, muy devota colocó la tablita colgando en la pared de su casa y el 18 de noviembre de 1709 oyó y vio claramente que la tablita se movía y que es su movimiento golpeaba la pared.
Cuando se acercó a la tablita vio el rostro hermoso y luminoso de Nuestra Señora y pudo ver su semblante tranquilo, suave y confiado. La imagen despedía una vivisima luz que iluminaba a toda la casa y a todo Maracaibo. Había llegado en el año de gracia de 1709 Nuestra Señora de la Chiquinquirá.
Las autoridades religiosas de la ciudad, después de comprobar la fuerza y la gracia del milagro se la quisieron llevar a la Catedral pero cuando se dirigían allá, en un cruce de calles, fue imposible seguir porque la tablita se hizo tan pesada que nadie podía moverla.
Entonces después de varios intentos, los feligreses decidieron llevarla a la Ermita de San Juan de Dios.
Entonces la tabla se hizo liviana como una pluma y se cobijó en su propia Iglesia donde es y será siempre el eje global de la fe del pueblo del Zulia y de Venezuela.
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