En donde se encuentran actualmente los campos de golf del club Valle Arriba, al sureste de Caracas, existía en tiempos remotos una laguna. Dicen las leyendas que allí se ahogó la mujer del gran cacique mariche, de origen caribe y nombre Tamanaco, cuando, huyendo de unos soldados de Hernando de la Cerda que le acosaban para violarla, prefirió hundirse en sus aguas. Eso ocurrió, según la leyenda, en noviembre de 1570.
Tamanaco fue uno de los más valientes caciques de los pueblos originarios del valle de los caracas y la sierra de los mariches. Cuando Diego de Mazariego fue gobernador de la provincia, ordenó a su teniente Juan Francisco Calderón organizar una expedición punitiva para castigar la rebelión de Tamanaco, cuyos guerreros hostilizaban constantemente las excursiones de los conquistadores españoles. La expedición se confió al mando de Pedro Alonso Galeas y Garcí González de Silva. Mientras la expedición avanzaba, Tamanaco y sus guerreros se emboscaron en las riberas del Guaire y allí dieron uno de los combates más sangrientos de la conquista. En las viejas crónicas aparece con el nombre de batalla del Guaire.
Conocedor Tamanaco de que el culpable de la muerte de su mujer era Hernando de la Cerda, lo identificó en medio de la batalla y le dio muerte junto a dos soldados que le servían de escuderos.
Todavía a comienzos del siglo XX sobrevivía la laguna de Valle Arriba y era conocida como la laguna de Espino, por Guillermo Espino, quien durante muchos años fue dueño de la entonces hacienda de Valle Arriba, conocida actualmente como urbanización Valle Arriba. En una de las páginas de El Cojo Ilustrado, de 1892, se puede apreciar un grabado de la laguna de Espino, donde se ahogó la mujer del gran cacique Tamanaco.
Tamanaco fue uno de los más valientes caciques de los pueblos originarios del valle de los caracas y la sierra de los mariches. Cuando Diego de Mazariego fue gobernador de la provincia, ordenó a su teniente Juan Francisco Calderón organizar una expedición punitiva para castigar la rebelión de Tamanaco, cuyos guerreros hostilizaban constantemente las excursiones de los conquistadores españoles. La expedición se confió al mando de Pedro Alonso Galeas y Garcí González de Silva. Mientras la expedición avanzaba, Tamanaco y sus guerreros se emboscaron en las riberas del Guaire y allí dieron uno de los combates más sangrientos de la conquista. En las viejas crónicas aparece con el nombre de batalla del Guaire.
Conocedor Tamanaco de que el culpable de la muerte de su mujer era Hernando de la Cerda, lo identificó en medio de la batalla y le dio muerte junto a dos soldados que le servían de escuderos.
Todavía a comienzos del siglo XX sobrevivía la laguna de Valle Arriba y era conocida como la laguna de Espino, por Guillermo Espino, quien durante muchos años fue dueño de la entonces hacienda de Valle Arriba, conocida actualmente como urbanización Valle Arriba. En una de las páginas de El Cojo Ilustrado, de 1892, se puede apreciar un grabado de la laguna de Espino, donde se ahogó la mujer del gran cacique Tamanaco.
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