Son constantes las violaciones de los derechos humanos de personas con el virus
La discriminación social ha hecho del tema un tabú.
La discriminación social ha hecho del tema un tabú.
Los portadores ocultan su condición para evitar ser discriminados
1 de diciembre, Día Mundial de la lucha contra el Sida
El portador de VIH vive en una lucha constante. No sólo contra el virus, que tendrá durante toda su vida dentro del cuerpo, sino también contra las constantes violaciones que sufren sus derechos humanos.
Feliciano Reyna, director de la ONG Acción Solidaria, cuenta que, aunque las irregularidades son varias, están concentrando los mayores esfuerzos en solventar dos de ellas: la discriminación laboral a los portadores a través de la realización de la prueba sanguínea y la exclusión absoluta de las pólizas de seguro de hospitalización, cirugía y maternidad.
"En la actualidad estamos desarrollando los procesos jurídicos correspondientes para solicitar a la Superintendencia de Seguros que deje de aprobar pólizas excluyentes para los portadores de VIH"
Según explica, en pólizas no se acepta ningún asegurado que sea portador de VIH ni con condicionantes como en el caso de otras enfermedades. "Simplemente quedan por fuera, sin ninguna consideración". Estas pólizas cuentan con el visto bueno de la Superintendencia, organismo rector de los seguros.
El caso es que, con esta exclusión, los portadores del virus no están ni siquiera amparados para operaciones menores o atención de emergencia en caso de accidentes. "Cualquier proceso médico deben realizarlo en el sistema público de salud, lo que colapsa aún más e innecesariamente los servicios hospitalarios del Estado".
Prueba pertinaz Fue una decisión, con su respectivo dictamen, del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales: ninguna empresa puede solicitar que se realice el despistaje de VIH a quienes aspiran a algún puesto de trabajo. Y tampoco a quienes ya son empleados de la empresa. La prueba del VIH, si tiene fines laborales, está expresamente prohibida.
El motivo de esta decisión es evitar la discriminación laboral que se ha producido, en algunos casos, con los portadores del VIH: son rechazados o despedidos de sus puestos de trabajo.
"El hecho es que se sigue practicando la prueba a pesar de que tanto las empresas como los laboratorios saben que no deben realizarla, pero buscan la manera de tapar esa práctica y negar el acceso al trabajo o despedir a quien ya es portador. Le estamos planteando al Inpsasel que ponga la lupa sobre los laboratorio", dice Reyna.
El departamento legal de Acción Solidaria se encuentra trabajando en un caso de forjamiento de resultados de la prueba de VIH. Reyna explica que "se trata de una persona que fue despedida de su empleo después de practicarse los exámenes de laboratorio anuales. Esta persona sabía que era portadora del VIH y, cuando es despedida, exige que le entreguen los resultados de las pruebas. Al principio se negaron pero, finalmente, cuando el laboratorio le entrega la prueba, habían colocado como "negativa" la presencia del virus. Es decir, alteraron los resultados expresamente para que el ex trabajador no pudiera denunciarlos por discriminación".
Para Reyna, los temores laborales son injustificados pues las nuevas terapias controlan el VIH y hacen posible una vida prácticamente normal a sus portadores, quienes poseen todas sus facultades y pueden relacionarse sin riesgo con los demás. "La única diferencia es que los portadores deberán asistir a una consulta médica cada tres meses. Eso es todo", expresa.
1 de diciembre, Día Mundial de la lucha contra el Sida
El portador de VIH vive en una lucha constante. No sólo contra el virus, que tendrá durante toda su vida dentro del cuerpo, sino también contra las constantes violaciones que sufren sus derechos humanos.
Feliciano Reyna, director de la ONG Acción Solidaria, cuenta que, aunque las irregularidades son varias, están concentrando los mayores esfuerzos en solventar dos de ellas: la discriminación laboral a los portadores a través de la realización de la prueba sanguínea y la exclusión absoluta de las pólizas de seguro de hospitalización, cirugía y maternidad.
"En la actualidad estamos desarrollando los procesos jurídicos correspondientes para solicitar a la Superintendencia de Seguros que deje de aprobar pólizas excluyentes para los portadores de VIH"
Según explica, en pólizas no se acepta ningún asegurado que sea portador de VIH ni con condicionantes como en el caso de otras enfermedades. "Simplemente quedan por fuera, sin ninguna consideración". Estas pólizas cuentan con el visto bueno de la Superintendencia, organismo rector de los seguros.
El caso es que, con esta exclusión, los portadores del virus no están ni siquiera amparados para operaciones menores o atención de emergencia en caso de accidentes. "Cualquier proceso médico deben realizarlo en el sistema público de salud, lo que colapsa aún más e innecesariamente los servicios hospitalarios del Estado".
Prueba pertinaz Fue una decisión, con su respectivo dictamen, del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales: ninguna empresa puede solicitar que se realice el despistaje de VIH a quienes aspiran a algún puesto de trabajo. Y tampoco a quienes ya son empleados de la empresa. La prueba del VIH, si tiene fines laborales, está expresamente prohibida.
El motivo de esta decisión es evitar la discriminación laboral que se ha producido, en algunos casos, con los portadores del VIH: son rechazados o despedidos de sus puestos de trabajo.
"El hecho es que se sigue practicando la prueba a pesar de que tanto las empresas como los laboratorios saben que no deben realizarla, pero buscan la manera de tapar esa práctica y negar el acceso al trabajo o despedir a quien ya es portador. Le estamos planteando al Inpsasel que ponga la lupa sobre los laboratorio", dice Reyna.
El departamento legal de Acción Solidaria se encuentra trabajando en un caso de forjamiento de resultados de la prueba de VIH. Reyna explica que "se trata de una persona que fue despedida de su empleo después de practicarse los exámenes de laboratorio anuales. Esta persona sabía que era portadora del VIH y, cuando es despedida, exige que le entreguen los resultados de las pruebas. Al principio se negaron pero, finalmente, cuando el laboratorio le entrega la prueba, habían colocado como "negativa" la presencia del virus. Es decir, alteraron los resultados expresamente para que el ex trabajador no pudiera denunciarlos por discriminación".
Para Reyna, los temores laborales son injustificados pues las nuevas terapias controlan el VIH y hacen posible una vida prácticamente normal a sus portadores, quienes poseen todas sus facultades y pueden relacionarse sin riesgo con los demás. "La única diferencia es que los portadores deberán asistir a una consulta médica cada tres meses. Eso es todo", expresa.
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