Centros comerciales: ¿Un sitio seguro?
En esta década, los Centros Comerciales se han transformado en el sitio de reunión, de compras, de esparcimiento, de alimentación y de entretenimiento. Parecen espacios seguros perfectamente controlados, pero, sin embargo, realmente presentan problemas para los que están a cargo de la seguridad y protección de los visitantes y de los comercios.
Estos lugares tienen muchas características que son atractivas para la delincuencia: muchas cosas bonitas en las tiendas y personas caminando alrededor de ellas con dinero. La actividad comercial está inmersa en una constante evolución, en donde la seguridad se encuentra sometida a exigencias máximas tanto en lo que se refiere al control de procesos y productos, como en la protección de personas y bienes.
Invertir en seguridad reportará grandes beneficios a los establecimientos comerciales, ya que, además de reducir las pérdidas económicas, los clientes tendrán la sensación de estar debidamente protegidos, y se sentirán más cómodos en ese sitio que en otro en el que la percepción no sea la misma.
Es fundamental que existan sistemas de control para proteger los bienes expuestos, los almacenados y reducir las posibilidades de que se realicen actos delictivos. Los dispositivos de seguridad se deben centrar en la protección frente a los hurtos, los robos, los atracos y los fraudes,
Se presentan muchos riesgos y amenazas, pero sin duda el mayor es el incendio. En nuestro país las Normas Covenín y el Reglamento de Prevención de Incendios exigen un equipamiento adecuado en función de la superficie y la carga calorífica que se vaya a tener en la edificación.
Es importante, desde el inicio del proyecto, tener claros los principios básicos del triángulo de prevención en la seguridad, y equilibrar adecuadamente el recurso físico, el recurso técnico y el recurso humano. A este triángulo debemos agregar los aspectos de la supervisión y el mantenimiento, para que se transformen en una pirámide cuyo objetivo principal es la protección de personas (clientes, empleados, proveedores), bienes e información.
No se debe reducir la inversión en la instalación de un Centro de Control de Seguridad, que sea el receptor de todo tipo de señales de alarma y de las imágenes del CCTV, desde donde se puedan supervisar los estacionamientos, los pasillos, los accesos a los sanitarios, las entradas y salidas del Centro Comercial.
Franklin Chaparro
En esta década, los Centros Comerciales se han transformado en el sitio de reunión, de compras, de esparcimiento, de alimentación y de entretenimiento. Parecen espacios seguros perfectamente controlados, pero, sin embargo, realmente presentan problemas para los que están a cargo de la seguridad y protección de los visitantes y de los comercios.
Estos lugares tienen muchas características que son atractivas para la delincuencia: muchas cosas bonitas en las tiendas y personas caminando alrededor de ellas con dinero. La actividad comercial está inmersa en una constante evolución, en donde la seguridad se encuentra sometida a exigencias máximas tanto en lo que se refiere al control de procesos y productos, como en la protección de personas y bienes.
Invertir en seguridad reportará grandes beneficios a los establecimientos comerciales, ya que, además de reducir las pérdidas económicas, los clientes tendrán la sensación de estar debidamente protegidos, y se sentirán más cómodos en ese sitio que en otro en el que la percepción no sea la misma.
Es fundamental que existan sistemas de control para proteger los bienes expuestos, los almacenados y reducir las posibilidades de que se realicen actos delictivos. Los dispositivos de seguridad se deben centrar en la protección frente a los hurtos, los robos, los atracos y los fraudes,
Se presentan muchos riesgos y amenazas, pero sin duda el mayor es el incendio. En nuestro país las Normas Covenín y el Reglamento de Prevención de Incendios exigen un equipamiento adecuado en función de la superficie y la carga calorífica que se vaya a tener en la edificación.
Es importante, desde el inicio del proyecto, tener claros los principios básicos del triángulo de prevención en la seguridad, y equilibrar adecuadamente el recurso físico, el recurso técnico y el recurso humano. A este triángulo debemos agregar los aspectos de la supervisión y el mantenimiento, para que se transformen en una pirámide cuyo objetivo principal es la protección de personas (clientes, empleados, proveedores), bienes e información.
No se debe reducir la inversión en la instalación de un Centro de Control de Seguridad, que sea el receptor de todo tipo de señales de alarma y de las imágenes del CCTV, desde donde se puedan supervisar los estacionamientos, los pasillos, los accesos a los sanitarios, las entradas y salidas del Centro Comercial.
Franklin Chaparro
No hay comentarios:
Publicar un comentario