Afirman que no ensucian las paredes porque su trabajo es arte
Desde que se inició el Plan de Embellecimiento, hace más de tres meses, los graffiteros se han apoderado también de las paredes recién pintadas -de colores- y recuperadas. Al parecer no hay espacio que se salve del spray. Pero si bien hay personas que consideran que esas letras extrañas y frases ininteligibles afean y ensucian la ciudad, ellos sostienen que lo que realizan es arte y contribuyen con el ornato.
A lo largo de la autopista Francisco Fajardo, sobre todo después de San Agustín, las paredes rayadas con firmas estilizadas o voluptuosas se consiguen fácil. Los mismo ocurre en la avenida Libertador -abajo- y en murales de todo tipo.
En estos casos, parece más un acto vandálico que artístico.
En la Fajardo, después del puente Los Leones, se encontraron ayer varios grupos, dos realizaban un paisajismo y otro un par de graffitis.
Para César Santana, del grupo La Mancha, tanto las ilustraciones como las firmas de los graffiteros es arte. "Su lienzo es la calle, aunque dependiendo del lugar donde lo hagan pudiera considerarse vandálico", sostiene.
Este grupo ha realizado varios murales en la autopista, de "temas nacionales", junto a otro llamado El Parroquiano.
Cerca de ellos estaban Raz y Negro, dos graffiteros, pintando en paredes recuperadas pero con la inscripción "Espacio disponible para artistas plásticos". Afirman que lo que hacen es "adornar las paredes para que la vía no se vea tan monótona". Y a quienes no están de acuerdo con lo que hacen, piden que aún así respeten el trabajo que hacen.
Los graffiteros están incluidos dentro del Plan de Embellecimiento de la ciudad, específicamente están coordinados por la Fundación Misión Hábitat.
Un vocero de esta institución informó que se reunieron con varios de estos grupos para que pintaran murales. Unos aceptaron otros no querían seguir directrices, por lo que se acordó que realizaran murales e ilustraciones a su gusto, entre ellas sus firmas.
Indicaron que esta medida se trata de un "experimento para organizarlos y ver cómo funciona el ornato de la ciudad con sus graffitis", además de darles espacios para que dejen de actuar a escondidas. Aseguran que cuando las paredes se saturen las pintarán de nuevo.
Como siempre habrá graffiteros escribiendo sobre murales, cuadrillas de Min-Ambiente se encargan de "repintar". El costo no importa.
RECUPERADOS Y DESCUIDADOS En varios de los espacios adonde "llegó el color", como dicen las vallas del Plan de Embellecimiento, ha retornado el descuido.
En las áreas verdes de la autopista Francisco Fajardo, por San Martín y El Paraíso, la basura se ha acumulado de nuevo. En San Agustín, San Juan y El Paraíso desde la vía se aprecian paredes ahumadas por las fogatas que prenden los indigentes.
Las columnas de los puentes tampoco se salvan, sin anuncio que lo autorice son usadas por graffiteros.
En estos casos, si son encontrados deben ser detenidos por causar daños al ornato público.
Desde que se inició el Plan de Embellecimiento, hace más de tres meses, los graffiteros se han apoderado también de las paredes recién pintadas -de colores- y recuperadas. Al parecer no hay espacio que se salve del spray. Pero si bien hay personas que consideran que esas letras extrañas y frases ininteligibles afean y ensucian la ciudad, ellos sostienen que lo que realizan es arte y contribuyen con el ornato.
A lo largo de la autopista Francisco Fajardo, sobre todo después de San Agustín, las paredes rayadas con firmas estilizadas o voluptuosas se consiguen fácil. Los mismo ocurre en la avenida Libertador -abajo- y en murales de todo tipo.
En estos casos, parece más un acto vandálico que artístico.
En la Fajardo, después del puente Los Leones, se encontraron ayer varios grupos, dos realizaban un paisajismo y otro un par de graffitis.
Para César Santana, del grupo La Mancha, tanto las ilustraciones como las firmas de los graffiteros es arte. "Su lienzo es la calle, aunque dependiendo del lugar donde lo hagan pudiera considerarse vandálico", sostiene.
Este grupo ha realizado varios murales en la autopista, de "temas nacionales", junto a otro llamado El Parroquiano.
Cerca de ellos estaban Raz y Negro, dos graffiteros, pintando en paredes recuperadas pero con la inscripción "Espacio disponible para artistas plásticos". Afirman que lo que hacen es "adornar las paredes para que la vía no se vea tan monótona". Y a quienes no están de acuerdo con lo que hacen, piden que aún así respeten el trabajo que hacen.
Los graffiteros están incluidos dentro del Plan de Embellecimiento de la ciudad, específicamente están coordinados por la Fundación Misión Hábitat.
Un vocero de esta institución informó que se reunieron con varios de estos grupos para que pintaran murales. Unos aceptaron otros no querían seguir directrices, por lo que se acordó que realizaran murales e ilustraciones a su gusto, entre ellas sus firmas.
Indicaron que esta medida se trata de un "experimento para organizarlos y ver cómo funciona el ornato de la ciudad con sus graffitis", además de darles espacios para que dejen de actuar a escondidas. Aseguran que cuando las paredes se saturen las pintarán de nuevo.
Como siempre habrá graffiteros escribiendo sobre murales, cuadrillas de Min-Ambiente se encargan de "repintar". El costo no importa.
RECUPERADOS Y DESCUIDADOS En varios de los espacios adonde "llegó el color", como dicen las vallas del Plan de Embellecimiento, ha retornado el descuido.
En las áreas verdes de la autopista Francisco Fajardo, por San Martín y El Paraíso, la basura se ha acumulado de nuevo. En San Agustín, San Juan y El Paraíso desde la vía se aprecian paredes ahumadas por las fogatas que prenden los indigentes.
Las columnas de los puentes tampoco se salvan, sin anuncio que lo autorice son usadas por graffiteros.
En estos casos, si son encontrados deben ser detenidos por causar daños al ornato público.
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