"No hay jornada que valga si no despertamos conciencia ciudadana"
Lanzar la botella de vidrio o plástico desde la ventana del carro. Colocar los desperdicios al descuido en cualquier rincón de la costa. Dejar como recuerdo de visita dispensada a la playa empaques de alimentos o chucherías. Estas premisas definen el comportamiento de la mayoría de visitantes y usuarios de las costas y balnearios litoralenses, quienes no pueden evitar ser víctimas de la falta de conciencia comunitaria y de educación ambiental de la que padecen los venezolanos.
"El Día Mundial de las Playas, que celebramos este 20 de septiembre, debería ser todos los fines de semana, y cada uno de los temporadistas actuar como un voluntario. De ser así los índices de contaminación se reducirían considerablemente y contaríamos en Vargas con espacios más sanos y óptimos para el disfrute. La verdad es que no hay jornada que valga si no despertamos la conciencia ciudadana y proponemos un plan agresivo de rescate de las costas con la participación activa de entes públicos y privados. No podemos esperar que con sólo entregar una bolsa la situación mejore, pero es un comienzo para abrir los ojos a aquellos que no valoran el patrimonio natural", apunta Rafael Lozano, coordinador regional de Fudena, ente promotor en el país de la actividad en los últimos 18 años.
De acuerdo con los estudios previos realizados por la fundación, 67% de las playas litoralenses presentan problemas de contaminación causados por temporadistas, embarcaciones y fallas en los servicios de poblados cercanos y serias deficiencias de políticas públicas ambientales.
Además de afectar el aspecto del paisaje costero, esto amenaza la vida marina y pone en riesgo la salud de sus visitantes. Las fallas van desde la colocación de desechos en espacios inadecuados, pasando por falta de contenedores hasta la descarga de aguas residuales en balnearios concurridos.
A pesar del panorama poco alentador, Lozano es optimista, especialmente por el número de voluntarios que se suman a la jornada anualmente. "Para este año contaremos con más de 1.500 personas que harán la diferencia con cada desecho que sea retirado de la playa, además de los equipos establecidos con nuestros aliados como las fundaciones ecológicas y los movimientos estudiantiles". Como en años anteriores, los balnearios y costas fueron divididos entre los organismos participantes para hacer más efectiva la jornada. La Alcaldía y la gobernación actuarán en los balnearios de Catia La Mar, Caraballeda y Macuto, mientras que Fudena, la Universidad Marítima y la USB se ocuparán de la zona oeste. La EDC se centrará en la Ciudad Vacacional Los Caracas y patrocinantes privados ocuparán espacios en Naiguatá y Caruao.
Lanzar la botella de vidrio o plástico desde la ventana del carro. Colocar los desperdicios al descuido en cualquier rincón de la costa. Dejar como recuerdo de visita dispensada a la playa empaques de alimentos o chucherías. Estas premisas definen el comportamiento de la mayoría de visitantes y usuarios de las costas y balnearios litoralenses, quienes no pueden evitar ser víctimas de la falta de conciencia comunitaria y de educación ambiental de la que padecen los venezolanos.
"El Día Mundial de las Playas, que celebramos este 20 de septiembre, debería ser todos los fines de semana, y cada uno de los temporadistas actuar como un voluntario. De ser así los índices de contaminación se reducirían considerablemente y contaríamos en Vargas con espacios más sanos y óptimos para el disfrute. La verdad es que no hay jornada que valga si no despertamos la conciencia ciudadana y proponemos un plan agresivo de rescate de las costas con la participación activa de entes públicos y privados. No podemos esperar que con sólo entregar una bolsa la situación mejore, pero es un comienzo para abrir los ojos a aquellos que no valoran el patrimonio natural", apunta Rafael Lozano, coordinador regional de Fudena, ente promotor en el país de la actividad en los últimos 18 años.
De acuerdo con los estudios previos realizados por la fundación, 67% de las playas litoralenses presentan problemas de contaminación causados por temporadistas, embarcaciones y fallas en los servicios de poblados cercanos y serias deficiencias de políticas públicas ambientales.
Además de afectar el aspecto del paisaje costero, esto amenaza la vida marina y pone en riesgo la salud de sus visitantes. Las fallas van desde la colocación de desechos en espacios inadecuados, pasando por falta de contenedores hasta la descarga de aguas residuales en balnearios concurridos.
A pesar del panorama poco alentador, Lozano es optimista, especialmente por el número de voluntarios que se suman a la jornada anualmente. "Para este año contaremos con más de 1.500 personas que harán la diferencia con cada desecho que sea retirado de la playa, además de los equipos establecidos con nuestros aliados como las fundaciones ecológicas y los movimientos estudiantiles". Como en años anteriores, los balnearios y costas fueron divididos entre los organismos participantes para hacer más efectiva la jornada. La Alcaldía y la gobernación actuarán en los balnearios de Catia La Mar, Caraballeda y Macuto, mientras que Fudena, la Universidad Marítima y la USB se ocuparán de la zona oeste. La EDC se centrará en la Ciudad Vacacional Los Caracas y patrocinantes privados ocuparán espacios en Naiguatá y Caruao.
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