Sin importar la posición, los concursantes recibían medallas y aplausos al cruzar la meta
Mientras el resto de la ciudad dormía, unos 500 caraqueños calentaban para participar en la tradicional carrera de El Hatillo, que ayer cumplía 13 años. Aficionados, personas de la tercera edad, adolescentes y padres cargando con sus bebés en coches, se agolparon en las calles Progreso con Bolívar de El Hatillo antes de las 7:00 am, desde donde partirían a conquistar 10 kilómetros del municipio.
Mientras el resto de la ciudad dormía, unos 500 caraqueños calentaban para participar en la tradicional carrera de El Hatillo, que ayer cumplía 13 años. Aficionados, personas de la tercera edad, adolescentes y padres cargando con sus bebés en coches, se agolparon en las calles Progreso con Bolívar de El Hatillo antes de las 7:00 am, desde donde partirían a conquistar 10 kilómetros del municipio.
Esta actividad se realiza en El Hatillo gracias a la iniciativa de un grupo de corredores que, en 1990, buscando nuevas rutas se encontraron con las calles de la Lagunita. Con regularidad hacían el recorrido y terminaban desayunando en el pueblo de El Hatillo, y fue allí cuando se les ocurrió crear la competencia.
Miguel Andrade, residente de La Boyera, diseñó la ruta y organizó en 1991 la primera carrera de El Hatillo, en la que corrieron 63 atletas. Con el paso de los años la idea se afianzó hasta que, en esta edición, 415 personas se anotaron para participar en la actividad al aire libre. "Es una oportunidad para los corredores y todos quienes quieran pasarla bien. Conozco las rutas de Parque del Este y de allí tomé la idea para crear una aquí en El Hatillo", señaló Andrade.
Justo a las 7:30 am sonó el silbato de partida y los asistentes se enrumbaron por toda la avenida Principal de La Lagunita hasta la redoma, luego avanzaron por la calle 1 hasta empalmar con la Sur para retornar nuevamente a la Principal.
Los más resistentes corrieron por la ruta dos veces hasta alcanzar el Centro Comercial Las Terrazas, donde se encontraba el punto de llegada. Unos llegaron corriendo, otros trotando, caminando e incluso hubo quienes no alcanzaron a cruzar la meta. Debajo de un árbol, María Rivas y Félix Faría miraban pasar a sus compañeros corredores: "Lo importante es competir y divertirse", dijeron entre risas.
Como ellos, muchos otros concursantes se quedaron en el camino. Mientras, Danilo Ramos, de 28 años, resistió y se llevó BsF 3 mil por alcanzar la meta en menos de 32 minutos. El efectivo lo sorprendió porque "no sabía que había premio. Me inscribí para entrenar", narró el concursante con siete años de trayectoria.
Una hora y quince minutos después de la partida, sólo 258 concursantes habían cruzado la meta. Gladys Ordóñez, con el número 64, se escudó en la falta de hidratación: "Sólo había tres puntos y eso es muy poco para 10 kilómetros. Igual nos divertimos mucho".
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