La opacidad atribuida por los voceros de la oposición a nuestra delegación deportiva rebota como un búmeran hacia ellos y deja ver las impurezas de su espíritu Definitivamente, frente a cualquier altercado, confrontación o conflicto que tenga Venezuela con personajes de la escena política nacional o internacional o con algún país, la oposición venezolana y su plataforma mediática se colocan rápidamente al lado del que nos ofende, critica o injuria. El desquiciamiento de estos sectores es de tal magnitud que los conceptos de patria y nacionalismo son lanzados por la borda.
El deporte y la cultura fueron instancias que siempre estuvieron alejadas hasta cierto punto de la diatriba política, sobre todo el deporte. Ante diversos eventos deportivos o en competencias donde participasen nacionales, el ánimo siempre estuvo presente para apoyar a los nuestros. El éxito y el triunfo para los locales eran no sólo compartidos, sino festejados ampliamente.
La presencia de Venezuela en las Olimpíadas de Beijing ha desatado todos los demonios represados de la prensa opositora.
Lo que debería ser una fiesta de alegría, también para la oposición, se ha tornado en una campaña malsana, perversa y llena de malignidad. ¿A quién afecta más esta postura? A la propia oposición. No se pueden desconocer en esta materia el esfuerzo e inversión hechos por el gobierno bolivariano. Menos se puede despreciar el ánimo, la dedicación y la mística que han puesto cada uno de los atletas que está representando al país en estas Olimpíadas de 2008.
En Beijing está la elite del deporte mundial. Los atletas presentes en ese magno evento han debido sortear dificultades diversas, competir con sus pares, imponer nuevos récords y derribar las marcas que anteceden cada fase; sin embargo, los medios privados descalifican nuestra representación, señalan que los avances anteriores son producto del azar y que las eliminatorias en esta oportunidad fueron poco exigentes.
Se critica ferozmente la inversión hecha por el Estado en la preparación de los atletas, olvidando ex profeso que esta es una inversión a futuro. Arremeten contra la ministra del Deporte y el IND, contra el presidente del COV. No ven nada positivo. "Las posibilidades de llegar al podio son remotas", resuellan. La opacidad atribuida por los voceros de la oposición a nuestra delegación deportiva rebota como un búmeran hacia ellos y deja ver las impurezas de su espíritu.
El deporte y la cultura fueron instancias que siempre estuvieron alejadas hasta cierto punto de la diatriba política, sobre todo el deporte. Ante diversos eventos deportivos o en competencias donde participasen nacionales, el ánimo siempre estuvo presente para apoyar a los nuestros. El éxito y el triunfo para los locales eran no sólo compartidos, sino festejados ampliamente.
La presencia de Venezuela en las Olimpíadas de Beijing ha desatado todos los demonios represados de la prensa opositora.
Lo que debería ser una fiesta de alegría, también para la oposición, se ha tornado en una campaña malsana, perversa y llena de malignidad. ¿A quién afecta más esta postura? A la propia oposición. No se pueden desconocer en esta materia el esfuerzo e inversión hechos por el gobierno bolivariano. Menos se puede despreciar el ánimo, la dedicación y la mística que han puesto cada uno de los atletas que está representando al país en estas Olimpíadas de 2008.
En Beijing está la elite del deporte mundial. Los atletas presentes en ese magno evento han debido sortear dificultades diversas, competir con sus pares, imponer nuevos récords y derribar las marcas que anteceden cada fase; sin embargo, los medios privados descalifican nuestra representación, señalan que los avances anteriores son producto del azar y que las eliminatorias en esta oportunidad fueron poco exigentes.
Se critica ferozmente la inversión hecha por el Estado en la preparación de los atletas, olvidando ex profeso que esta es una inversión a futuro. Arremeten contra la ministra del Deporte y el IND, contra el presidente del COV. No ven nada positivo. "Las posibilidades de llegar al podio son remotas", resuellan. La opacidad atribuida por los voceros de la oposición a nuestra delegación deportiva rebota como un búmeran hacia ellos y deja ver las impurezas de su espíritu.
Asalia Venegas S.
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