Sta. Rosalía de Palermo
Rosalía, hija de María Guiscarda y Sinibaldo, señor de la Quisquina y la Rosa, nació en 1130, en Palermo, Italia, formó parte de las Damas de la Corte en tiempos de Margarita de Navarra, esposa del Rey Guillermo I, el Malo. Renunció a los placeres mundanos para retirarse y entregar su vida a Cristo, a quien consideraría como su único esposo. Fue entonces a una oscura y alejada gruta en el lugar llamado "La Quisquina" posesión familiar, amparadas por los monjes benedictinos se dedicó a orar y meditar, con ellos confesaba sus debilidades y recibía manuscritos para su lectura y meditación. Por circunstancias políticas de la época la familia Rosalía pierde parte de sus bienes entre ellos el lugar escogido por ella para retiro permanente, viéndose forzada a abandonarlo y trasladarse al Monte Pellegrino, allí formula sus votos de vivir en eterna clausura ante el Obispo Hugo. En una gruta natural dispone dos celdas, una para vivir y otra para orar, las privaciones a las que se sometía contribuyeron a arruinar su salud, el 4 de septiembre de 1160, murió en paz y fue colocado su cuerpo en una roca cóncava, siendo descubierto el 15 de Julio de 1624, después de 464 años, perfectamente conservado. En 1630 una gran peste azota la península itálica, en Palermo se decide proclamarla como Patrona de la ciudad, sus reliquias recorren la ciudad bendiciendo a todos y erradicando la peste.
Su historia en El Hatillo
Tras el levantamiento contra la Compañía Guipuzcoana, Juan Francisco de León y sus hijos son llevados prisioneros a Cádiz, España, allí muere víctima de la viruela el padre de nuestro fundador Bathazar de León, quien luego de pagar condena se traslada hasta este territorio trayendo la imagen de Santa Rosalía de Palermo, que le había salvado de morir víctima de la mortal enfermedad. Construye la primera Capilla pública de El Hatillo, y es inaugurada el 4 de septiembre de 1766, día de la Santa, luego en 1784 al construirse la Iglesia Parroquial se ampara el poblado bajo la advocación de Santa Rosalía de Palermo, el cual siempre ha sido protegido de epidemias y pestes por nuestra venerada Patrona.
Rosalía, hija de María Guiscarda y Sinibaldo, señor de la Quisquina y la Rosa, nació en 1130, en Palermo, Italia, formó parte de las Damas de la Corte en tiempos de Margarita de Navarra, esposa del Rey Guillermo I, el Malo. Renunció a los placeres mundanos para retirarse y entregar su vida a Cristo, a quien consideraría como su único esposo. Fue entonces a una oscura y alejada gruta en el lugar llamado "La Quisquina" posesión familiar, amparadas por los monjes benedictinos se dedicó a orar y meditar, con ellos confesaba sus debilidades y recibía manuscritos para su lectura y meditación. Por circunstancias políticas de la época la familia Rosalía pierde parte de sus bienes entre ellos el lugar escogido por ella para retiro permanente, viéndose forzada a abandonarlo y trasladarse al Monte Pellegrino, allí formula sus votos de vivir en eterna clausura ante el Obispo Hugo. En una gruta natural dispone dos celdas, una para vivir y otra para orar, las privaciones a las que se sometía contribuyeron a arruinar su salud, el 4 de septiembre de 1160, murió en paz y fue colocado su cuerpo en una roca cóncava, siendo descubierto el 15 de Julio de 1624, después de 464 años, perfectamente conservado. En 1630 una gran peste azota la península itálica, en Palermo se decide proclamarla como Patrona de la ciudad, sus reliquias recorren la ciudad bendiciendo a todos y erradicando la peste.
Su historia en El Hatillo
Tras el levantamiento contra la Compañía Guipuzcoana, Juan Francisco de León y sus hijos son llevados prisioneros a Cádiz, España, allí muere víctima de la viruela el padre de nuestro fundador Bathazar de León, quien luego de pagar condena se traslada hasta este territorio trayendo la imagen de Santa Rosalía de Palermo, que le había salvado de morir víctima de la mortal enfermedad. Construye la primera Capilla pública de El Hatillo, y es inaugurada el 4 de septiembre de 1766, día de la Santa, luego en 1784 al construirse la Iglesia Parroquial se ampara el poblado bajo la advocación de Santa Rosalía de Palermo, el cual siempre ha sido protegido de epidemias y pestes por nuestra venerada Patrona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario