jueves, 9 de octubre de 2008

EL CRÁNEO DE BOLÍVAR

RAFAEL CALDERA ¿PODRÍA TENER EN SU PODER EL CRÁNEO DE BOLÍVAR?
Por qué sólo el Dr. Rafael Caldera, en dos oportunidades y entre un periodo de 30 años, ha sido el único comisionado para abrir la tumba del Libertador que reposa en el Panteón Nacional?
Como se sabe, Caldera como líder de Social Cristianismo, es genuino representante del Opus Dei, como la corriente fundamentalista más extremista del cristianismo jesuita y por consiguiente declarada enemiga de la Revolución Bolivariana, como lo demostró en las dos oportunidades en que fue presidente de Venezuela, cuando prohibió la Cátedra Bolivariana en la Escuela de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, cerró las Escuelas Técnicas que se fundamentaban en un Decreto del Libertador, y suspendió la reclamación que sobre el Esequibo ha mantenido Venezuela luego de la muerte de Bolívar.
www.simon-bolivar.org
Doce años después de su muerte el 22 de noviembre de 1842, los restos del Libertador fueron entregados por las autoridades de Nueva Granada, cuyo gobierno presidía el General Pedro Alcántara.
Los comisionados por el gobierno de Venezuela fueron José Vargas, José María Carreño y Mariano Ustáriz y los actos protocolares eran documentados por Carmelo Fernández, sobrino del entonces presidente José Antonio Páez.
De esta forma, se cumplía un anhelo de sus hermanas, quienes exigían dar cumplimiento a la última voluntad de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, en la cláusula décima de su testamento: "Es mi voluntad que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal".
En esa oportunidad, la comisión venezolana que se fue a Santa Marta a realizar las diligencias pertinentes, cedió a la presión diplomática colombiana, autorizando que el corazón y las vísceras del Libertador se quedaran en esa nación, cuyos órganos habían sido colocados en un recipiente aparte dentro del ataúd.
El féretro, fue embarcado en la goleta de Guerra “Constitución”. Al arribar a Caracas, fue inspeccionado en dos oportunidades. En la segunda, el doctor José María Vargas, Cosme Jiménez y el bachiller Manuel Alvarado, retiraron los restos, los lavaron con una solución de cloruro de sal, los secaron y luego los barnizaron. El esqueleto fue ensamblado con hilos de plomo y plata. Los médicos notaron en ese momento la ausencia de algunos huesos pequeños de El cuerpo ensamblado fue depositado luego en una urna de plomo, cubierta de otra de madera, que fue trasladada a la cripta de la familia “Bolívar” en la Capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral de Caracas, erigida en 1589 por los antepasados del Libertador para que sirviera de sepultura a la familia. Cuando se inauguró el monumento creado por el escultor Tenerani en la Catedral de Caracas en 1852, los restos fueron colocados en la capilla. El 28 de octubre de 1876 día de San Simón, fueron trasladados al Panteón Nacional. La Negra Matea que había sido nodriza del Libertador, fue invitada de honor ese día. Tenía entonces 103 años y entró del brazo del entonces presidente Antonio Guzmán Blanco. Durante el traslado desde la Catedral hasta el Panteón, la urna nunca fue abierta, por lo que los restos no fueron revisados en aquella oportunidad.
En 1930 (gobierno de Gómez) durante la construcción de la fachada actual del Panteón Nacional, se descubrió que las maderas del techo de la nave central, donde se encuentran los restos del Libertador, amenazaban con desplomarse sobre el sarcófago. Se decidió que lo más seguro era sacarlo y dejar en el sitio el arca cineraria. Se abrió un hueco desde el patio para llegar hasta el arca y después de varias horas se sacó la urna de plomo.
Edgard Pardo Szolk, uno de los ingenieros de la obra, narró los sucesos: "Sin que nadie pronunciara una palabra, en el más absoluto silencio, se llevó la urna en hombros a un cuarto de al lado, y se dispusieron dos barriles de cemento con un entablado, y allí se colocó al Libertador" y describe la urna: "…es de plomo, del largo de un hombre. La tapa ha debido estar en su origen abovedada hacia arriba, pero con el tiempo las paredes laterales se separaron y la tapa se asentó sobre el cuerpo y se la ve sostenida por la frente, el pecho y los pies. Da la impresión de un manto muy grueso colocado sobre un cuerpo humano."
Si tomamos como cierta esta descripción, se dice que la tapa de la urna se veía sostenida por la frente, lo cual podría ser indicio de que sí había un cráneo, o parte de él en el sarcófago. Varios días después, luego que se hicieron las reparaciones del techo, el cuerpo fue colocado nuevamente en su sitio.
Diecisiete años más tarde, en enero de 1947, Vicente Lecuna, Cristóbal Mendoza y monseñor Nicolás Navarro, solicitaron al médico José Izquierdo que les ayudara a clasificar por sexo algunos huesos encontrados en la cripta de los Bolívar en la Catedral, con motivo de la restauración que se hacía en esa cripta familiar.
Para sorpresa de todos, había evidencias de que la cripta estaba profanada con signos de violencia José Izquierdo, en su libro “El cráneo del Libertador”, dice: “En el suelo, junto al rincón noroeste de la cripta, en lamentable hacinamiento, con dos radios y dos muelas de caballo, varios huesos de perro y otros de gallina, aparecieron numerosos ejemplares de los tres tipos de huesos humanos, casi todos fragmentados y una base de cráneo cuyo contorno muestra distintamente el corte de sierra revelador de una autopsia. Dicho corte está interrumpido atrás y a los lados, pues por obra de una ruptura o corrosión, faltan respectivamente gran parte de la escama occipital y pedazos de las sienes; y revela poca pericia de su autor, pues pasa sumamente bajo y fue precedido de algunas fracasadas tentativas denotadas por tajos que aparecen en la frente".
El doctor Izquierdo, quien era profesor de Anatomía en la Universidad de Caracas, informó del hallazgo a la Junta Nacional Constituyente, presidida por Andrés Eloy Blanco, y pidió un análisis del contenido de la urna principal que se encontraba en el Panteón Nacional, para autentificar la osamenta del Libertador depositada allí. El hecho de que un cráneo esté aserrado, significa que el cadáver fue sometido a una autopsia y así lo denunció el doctor Izquierdo.
Los argumentos esgrimidos por el médico eran los siguientes:
1) El único miembro de la familia Bolívar a quien se le practicó autopsia fue al Libertador.
2) El único nicho que no fue violado en la cripta de los Bolívar fue el de María Antonia.
3) El cráneo estaba barnizado, tal como se hizo con los restos de Bolívar y presentaba un agujero "anormal" que pudo servir para el ensamblaje que hiciera el doctor Vargas.
La denuncia del doctor Izquierdo provocó un escándalo nacional que se acalló con una negativa por parte de la Junta de Gobierno de permitir que se abriera el féretro del Panteón Nacional.
Por su parte, para calmar la controversia, la Academia de la Historia hizo público un documento donde aclaraba que el cráneo encontrado era el de la señora Josefa María Tinoco madre de don Fernando Bolívar, quien estuvo enterrada en el cementerio de los Hijos de Dios y cuyos restos fueron trasladados a la Catedral y colocados en un nicho de la cripta. Los historiadores dieron por terminada la polémica con el anuncio de que esta señora también había sido autopsiada…
Sólo quedó como eco de esta controversia el libro “El cráneo del Libertador”, editado por José Izquierdo en 1956 y aquí viene la intriga del cráneo de Bolívar. La preocupación es que este fragmento de hueso sea ciertamente de Simón Bolívar y se encuentre en la colección personal de alguno de los miembros de la comisión nombrada por la Junta Constituyente, conformada por doce miembros (*2)
Por otra parte, para aumentar el misterio, Rafael Caldera ha sido la única persona que en dos oportunidades y en períodos de treinta años, ha sido designada para abrir el ataúd del Libertador y constatar su autenticidad, persona que curiosamente, fue quien negó la solicitud del médico venezolano Izquierdo y quizás sea quien posee el cráneo desaparecido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

coñooooooooooooo uds creen de verdad que el craneo de bolivar se lo cojio caldera bueno no mes estrañaria