Ell@s hacen la diferencia
Vivir con VIH
Ser diagnosticado hoy con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) no significa morir mañana, siempre y cuando usted cumpla con el tratamiento antirretroviral indicado, cuide su alimentación e higiene, y mantenga una vida sexual responsable
“Yo soy VIH positivo”, afirmó Marcel Quintana, a los 10 minutos de iniciada la entrevista sobre la Asociación Civil Asesoría en Educación y Salud de Venezuela (Ases de Vzla), en la cual funge como coordinador general.
Desinhibido relata cómo el ser diagnosticado con el virus, lo llevó a sumarse a la iniciativa de formar, junto a Lowing González, una ONG, sin fines de lucro, que trabaja en la reducción de la epidemia en el país, a través de la concientización de la ciudadanía.
La asociación está orientada a educar y asesorar legalmente a la población que vive con VHI y Sida, prestándole gran atención a personas seropositivas gays y en estado de indigencia.
Marcel batalla con la enfermedad desde el año 1987, cuando el virus era un verdadero tabú. Aunque hoy la población está más educada, Quintana admite que aún quedan muchas interrogantes que son las acusantes del rechazo.
“Ases nació hace 10 años con la intención de ayudar a quienes somos VIH positivo. En la época en que a mí me diagnosticaron muchas personas morían, primero porque no sabían de qué se trataba la enfermedad, y segundo porque el tratamiento era muy costoso. Tuvimos que demandar al Gobierno, en aquel momento presidido por Rafael Caldera, para que en Venezuela se compraran los medicamentos y se dieran de forma gratuita. Hoy nuestro país ocupa el tercer lugar, después de Brasil y Argentina en ofrecer -sin costo- la medicación y los exámenes de laboratorio a los pacientes con VIH”, dice.
Verdades y mitos
Según Marcel, ser diagnosticado hoy con VIH, no significa morir el mañana. Cumplir con el tratamiento antirretroviral indicado por el médico, cuidar la alimentación e higiene, y mantener una vida sexual responsable, son pasos básicos para lograr sobrevivir y mantener buena calidad de vida.
Al hablar de VIH y Sida es necesario aclarar que se trata de dos términos distintos.
El portal web del Ministerio del Poder Popular para la Salud explica la diferencia: el Sida (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida) es el resultado a largo plazo de la infección por el llamado Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este virus ataca al sistema inmunitario del organismo, provocando un deterioro del mismo, y haciéndolo más vulnerable ante las infecciones y tumores.
Vivir con VIH
Ser diagnosticado hoy con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) no significa morir mañana, siempre y cuando usted cumpla con el tratamiento antirretroviral indicado, cuide su alimentación e higiene, y mantenga una vida sexual responsable
“Yo soy VIH positivo”, afirmó Marcel Quintana, a los 10 minutos de iniciada la entrevista sobre la Asociación Civil Asesoría en Educación y Salud de Venezuela (Ases de Vzla), en la cual funge como coordinador general.
Desinhibido relata cómo el ser diagnosticado con el virus, lo llevó a sumarse a la iniciativa de formar, junto a Lowing González, una ONG, sin fines de lucro, que trabaja en la reducción de la epidemia en el país, a través de la concientización de la ciudadanía.
La asociación está orientada a educar y asesorar legalmente a la población que vive con VHI y Sida, prestándole gran atención a personas seropositivas gays y en estado de indigencia.
Marcel batalla con la enfermedad desde el año 1987, cuando el virus era un verdadero tabú. Aunque hoy la población está más educada, Quintana admite que aún quedan muchas interrogantes que son las acusantes del rechazo.
“Ases nació hace 10 años con la intención de ayudar a quienes somos VIH positivo. En la época en que a mí me diagnosticaron muchas personas morían, primero porque no sabían de qué se trataba la enfermedad, y segundo porque el tratamiento era muy costoso. Tuvimos que demandar al Gobierno, en aquel momento presidido por Rafael Caldera, para que en Venezuela se compraran los medicamentos y se dieran de forma gratuita. Hoy nuestro país ocupa el tercer lugar, después de Brasil y Argentina en ofrecer -sin costo- la medicación y los exámenes de laboratorio a los pacientes con VIH”, dice.
Verdades y mitos
Según Marcel, ser diagnosticado hoy con VIH, no significa morir el mañana. Cumplir con el tratamiento antirretroviral indicado por el médico, cuidar la alimentación e higiene, y mantener una vida sexual responsable, son pasos básicos para lograr sobrevivir y mantener buena calidad de vida.
Al hablar de VIH y Sida es necesario aclarar que se trata de dos términos distintos.
El portal web del Ministerio del Poder Popular para la Salud explica la diferencia: el Sida (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida) es el resultado a largo plazo de la infección por el llamado Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este virus ataca al sistema inmunitario del organismo, provocando un deterioro del mismo, y haciéndolo más vulnerable ante las infecciones y tumores.
Poco a poco las defensas del organismo se van debilitando y es allí donde aparecen los signos y síntomas que definen el Sida.
El VIH no se transmite fácilmente. Rozar las manos, compartir utensilios, el cepillo para el cabello o bañarse en la misma piscina con una persona seropositiva no significa contraer la enfermedad.
Los únicos fluidos capaces de transmitir el virus de una persona a otra persona son la sangre, el semen y líquido pre-seminal, los fluidos vaginales y la leche materna. La infección ocurre cuando el VIH contenido en cualquiera de estos fluidos entra al torrente sanguíneo de la otra persona, por medio de varias vías: por el uso de una jeringa, aguja o inyectadora infectada con la sangre de una persona con VIH; por el contacto sexual sin protección (es decir, sin condón) en sus formas oral, vaginal, o anal. El virus puede entrar al torrente sanguíneo a través de rupturas presentes en la mucosa de la boca, la vagina y el recto.
También una mujer embarazada que vive con el VIH puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, en el momento del parto o en el período de lactancia.
Aunque es poco frecuente, la infección puede desencadenarse como producto de un accidente laboral, por parte del personal médico, al manipular agujas infectadas; o al recibirse transfusiones de sangre infectada. En este último punto, es preciso aclarar que en el país los donantes deben cumplir con requisitos estrictos, que minimizan la ocurrencia de accidentes de esta naturaleza.
Una vez que el virus entra al cuerpo por cualquiera de las vías ya mencionadas, su presencia en el organismo se detecta -por medio de una prueba de sangre- a los tres meses en la mayoría de los casos y en algunas personas en un lapso de 6 meses.
Programas
Ases, en su afán de educar a la comunidad, imparte charlas de cómo prevenir la epidemia, el uso del condón femenino y masculino, las formas y vías de infección no sólo del VIH sino de otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Para ello trabajan de forma mancomunada con el Ministerio de Salud y el Programa Sida.
Desde su fundación la ONG cuenta con el banco de medicamentos para los pacientes seropositivos, los cuales se entregan de forma gratuita.
Dentro de la asociación existe el programa “Asistencia al paciente que vive con VIH”, el mismo comprende orientación al enfermo y a la familia, práctica de exámenes y toma de muestra de carga viral CD4 de forma gratuita. Asimismo, en la sede de Ases se imparten cursos de computación y uso del internet para las comunidades interesadas, sin costo alguno. La idea es que las charlas de educación sexual formen parte de las tareas que los jóvenes aprendan dentro del Centro de Informática.
Una ala de Ases también está dedicada al trabajo con niños, en situación de vulnerabilidad, de abuso y maltrato. En la ONG trabajan para que los infantes reciban sus útiles escolares, juguetes y asistencia social.
Marcel, es un ejemplo de que la enfermedad se puede mantener a raya, si el paciente se convierte en guardián de su propio cuerpo.
Iriana Alvarez
El VIH no se transmite fácilmente. Rozar las manos, compartir utensilios, el cepillo para el cabello o bañarse en la misma piscina con una persona seropositiva no significa contraer la enfermedad.
Los únicos fluidos capaces de transmitir el virus de una persona a otra persona son la sangre, el semen y líquido pre-seminal, los fluidos vaginales y la leche materna. La infección ocurre cuando el VIH contenido en cualquiera de estos fluidos entra al torrente sanguíneo de la otra persona, por medio de varias vías: por el uso de una jeringa, aguja o inyectadora infectada con la sangre de una persona con VIH; por el contacto sexual sin protección (es decir, sin condón) en sus formas oral, vaginal, o anal. El virus puede entrar al torrente sanguíneo a través de rupturas presentes en la mucosa de la boca, la vagina y el recto.
También una mujer embarazada que vive con el VIH puede transmitir el virus a su bebé durante el embarazo, en el momento del parto o en el período de lactancia.
Aunque es poco frecuente, la infección puede desencadenarse como producto de un accidente laboral, por parte del personal médico, al manipular agujas infectadas; o al recibirse transfusiones de sangre infectada. En este último punto, es preciso aclarar que en el país los donantes deben cumplir con requisitos estrictos, que minimizan la ocurrencia de accidentes de esta naturaleza.
Una vez que el virus entra al cuerpo por cualquiera de las vías ya mencionadas, su presencia en el organismo se detecta -por medio de una prueba de sangre- a los tres meses en la mayoría de los casos y en algunas personas en un lapso de 6 meses.
Programas
Ases, en su afán de educar a la comunidad, imparte charlas de cómo prevenir la epidemia, el uso del condón femenino y masculino, las formas y vías de infección no sólo del VIH sino de otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Para ello trabajan de forma mancomunada con el Ministerio de Salud y el Programa Sida.
Desde su fundación la ONG cuenta con el banco de medicamentos para los pacientes seropositivos, los cuales se entregan de forma gratuita.
Dentro de la asociación existe el programa “Asistencia al paciente que vive con VIH”, el mismo comprende orientación al enfermo y a la familia, práctica de exámenes y toma de muestra de carga viral CD4 de forma gratuita. Asimismo, en la sede de Ases se imparten cursos de computación y uso del internet para las comunidades interesadas, sin costo alguno. La idea es que las charlas de educación sexual formen parte de las tareas que los jóvenes aprendan dentro del Centro de Informática.
Una ala de Ases también está dedicada al trabajo con niños, en situación de vulnerabilidad, de abuso y maltrato. En la ONG trabajan para que los infantes reciban sus útiles escolares, juguetes y asistencia social.
Marcel, es un ejemplo de que la enfermedad se puede mantener a raya, si el paciente se convierte en guardián de su propio cuerpo.
Iriana Alvarez
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