Capilla Velatoria comunitaria en El Hatillo .
Los vecinos del barrio El Calvario, en El Hatillo, tienen otra opción para velar a los muertos de la comunidad. En la sede de la cooperativa El Carmen, además de un consultorio médico hay un espacio acondicionado como capilla velatoria. Los habitantes del sector decidieron organizarse para contar con algunos servicios, como el funerario, que normalmente serían más costosos. Recogen dinero para mantener el lugar a fuerza de bazares y verbenas. Los familiares de los que allí son velados pagan sólo 100 bolívares fuertes.
Este año han efectuado cuatro velatorios. El último fue a principios de agosto y el difunto había sido tiroteado. Los familiares llevan el café, el chocolate caliente y lo que vayan a comer durante el velatorio.
Vecinos del sector aseguran que en la capilla, que funciona desde hace 6 años, han sido recibidos difuntos de Guatire, Las Minas, Turgua y otras comunidades mirandinas.
Afirman que aun cuando se han velado personas baleadas nunca se han presentado problemas.
En otros casos las familias enlutadas optan por acondicionar la sala de su residencia para velar en la intimidad del hogar a los parientes fallecidos. "Si en la casa nunca han estorbado vivos, por qué se les va a negar el espacio después de muertos", explica la señora María González, habitante de El Hatillo que ha velado a varios familiares en su vivienda.
Algunos ni siquiera pueden velar a sus difuntos en casa. El temor de que los miembros de alguna banda acudan al lugar a terminar de ajustar sus cuentas hace que haya que buscar una vivienda prestada en otro sector de la ciudad para despedir al fallecido.
Cuando el velorio no es en la funeraria los servicios se contratan sólo para que retiren el cuerpo en la morgue, le inyecten formol, lo acomoden en la urna, lo lleven al barrio para el velorio y lo busquen para el entierro y no importa si es abaleado.
Los vecinos del barrio El Calvario, en El Hatillo, tienen otra opción para velar a los muertos de la comunidad. En la sede de la cooperativa El Carmen, además de un consultorio médico hay un espacio acondicionado como capilla velatoria. Los habitantes del sector decidieron organizarse para contar con algunos servicios, como el funerario, que normalmente serían más costosos. Recogen dinero para mantener el lugar a fuerza de bazares y verbenas. Los familiares de los que allí son velados pagan sólo 100 bolívares fuertes.
Este año han efectuado cuatro velatorios. El último fue a principios de agosto y el difunto había sido tiroteado. Los familiares llevan el café, el chocolate caliente y lo que vayan a comer durante el velatorio.
Vecinos del sector aseguran que en la capilla, que funciona desde hace 6 años, han sido recibidos difuntos de Guatire, Las Minas, Turgua y otras comunidades mirandinas.
Afirman que aun cuando se han velado personas baleadas nunca se han presentado problemas.
En otros casos las familias enlutadas optan por acondicionar la sala de su residencia para velar en la intimidad del hogar a los parientes fallecidos. "Si en la casa nunca han estorbado vivos, por qué se les va a negar el espacio después de muertos", explica la señora María González, habitante de El Hatillo que ha velado a varios familiares en su vivienda.
Algunos ni siquiera pueden velar a sus difuntos en casa. El temor de que los miembros de alguna banda acudan al lugar a terminar de ajustar sus cuentas hace que haya que buscar una vivienda prestada en otro sector de la ciudad para despedir al fallecido.
Cuando el velorio no es en la funeraria los servicios se contratan sólo para que retiren el cuerpo en la morgue, le inyecten formol, lo acomoden en la urna, lo lleven al barrio para el velorio y lo busquen para el entierro y no importa si es abaleado.
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