La organización, uniformes y métodos son copiados de cuerpos policiales
Este grupo de maleantes coloca falsas alcabalas en las vías solitarias y se hacen pasar por policías
Desde hace cinco meses y medio, una banda de por lo menos ocho maleantes, que actúa como un grupo comando entrenado en alguna institución policial, se dedican a robar casas o apartamentos en cuatro urbanizaciones del municipio El Hatillo.
Según algunos moradores de Oripoto, Los Naranjos, Cerro Verde y Alto Hatillo, esta banda ha cometido en promedio 11 asaltos en cada una de esas localidades. En total, este grupo ha cometido 42 asaltos a viviendas (casas y apartamentos) en el tiempo que tiene operando. Sin embargo, se presume que puedan ser más, pues la data de los moradores es incompleta -ellos mismos aseguran que así es- y los policías explican que el subregistro es muy pronunciado, porque la gente no denuncia, tienen miedo.
Según explicó el comisario Luis Granados, director de la Policía Municipal de El Hatillo, este grupo de maleantes operan en camionetas 4-Runner. Tienen tres: una azul oscuro, otra blanca y la última es plateada. Los vidrios son oscuros y no tienen matrícula que las indentifique.
Cuando se disponen a cometer algún delito, llegan repartidos en dos de los tres rústicos. Se visten con chaquetas oscuras y portan armas largas de muy alta potencia. Así llegan a sus destinos y se identifican como funcionarios policiales, nunca indican de qué institución.
Si las urbanizaciones o los edificios tienen vigilancia privada, ellos someten a los custodios, los amordazan y atan, y los dejan arrinconados. Parte del grupo de maleantes se queda en la garita, custodiando la zona, mientras otros se acercan hasta su objetivo y cumplen el cometido. Ambos subgrupos se comunican con radios transmisores, también hay una tercera arista dentro de la comunicación que la policía no ha logrado establecer.
Las casas o apartamentos son previamente escogidos, según han podido determinar los efectivos de la policía municipal, indicó el comisario Granados. "Saben a qué casa entrar y qué encontrarán allí. Por lo general cargan con computadoras portátiles, efectivo en moneda extranjera y armas", dijo el alto funcionario hatillano.
Plagios de poco tiempo A este grupo también se le atribuye la materialización de algunos secuestros express. La cifras de este tipo de plagios no fue ofrecida ni por los cuerpos de seguridad el comisario Luis Granados, director de Polihatillo, hizo un llamado a los moradores de las urbanizaciones afectadas para que se acerquen a denunciar. "Necesitamos que no ayuden para poder cumplir con nuestro deber. Si ellos nos ayudan daremos con ellos, lo más pronto posible". Cuando van a secuestrar, los "Runneros" se colocan en alguna de las vías oscuras del municipio y montan una falsa alcabala policial. Así capturan a sus víctimas.
Granados asegura que desde hace tres semanas no han cometido ninguna fechoría, pero no descarta que regresen. Estos maleantes son de Petare y de Maracay. Y saben que son más de ocho. Ese grupo es el que da la cara en las fechorías, el resto son los cabecillas que organizan y monitorean la logística.
Este grupo de maleantes coloca falsas alcabalas en las vías solitarias y se hacen pasar por policías
Desde hace cinco meses y medio, una banda de por lo menos ocho maleantes, que actúa como un grupo comando entrenado en alguna institución policial, se dedican a robar casas o apartamentos en cuatro urbanizaciones del municipio El Hatillo.
Según algunos moradores de Oripoto, Los Naranjos, Cerro Verde y Alto Hatillo, esta banda ha cometido en promedio 11 asaltos en cada una de esas localidades. En total, este grupo ha cometido 42 asaltos a viviendas (casas y apartamentos) en el tiempo que tiene operando. Sin embargo, se presume que puedan ser más, pues la data de los moradores es incompleta -ellos mismos aseguran que así es- y los policías explican que el subregistro es muy pronunciado, porque la gente no denuncia, tienen miedo.
Según explicó el comisario Luis Granados, director de la Policía Municipal de El Hatillo, este grupo de maleantes operan en camionetas 4-Runner. Tienen tres: una azul oscuro, otra blanca y la última es plateada. Los vidrios son oscuros y no tienen matrícula que las indentifique.
Cuando se disponen a cometer algún delito, llegan repartidos en dos de los tres rústicos. Se visten con chaquetas oscuras y portan armas largas de muy alta potencia. Así llegan a sus destinos y se identifican como funcionarios policiales, nunca indican de qué institución.
Si las urbanizaciones o los edificios tienen vigilancia privada, ellos someten a los custodios, los amordazan y atan, y los dejan arrinconados. Parte del grupo de maleantes se queda en la garita, custodiando la zona, mientras otros se acercan hasta su objetivo y cumplen el cometido. Ambos subgrupos se comunican con radios transmisores, también hay una tercera arista dentro de la comunicación que la policía no ha logrado establecer.
Las casas o apartamentos son previamente escogidos, según han podido determinar los efectivos de la policía municipal, indicó el comisario Granados. "Saben a qué casa entrar y qué encontrarán allí. Por lo general cargan con computadoras portátiles, efectivo en moneda extranjera y armas", dijo el alto funcionario hatillano.
Plagios de poco tiempo A este grupo también se le atribuye la materialización de algunos secuestros express. La cifras de este tipo de plagios no fue ofrecida ni por los cuerpos de seguridad el comisario Luis Granados, director de Polihatillo, hizo un llamado a los moradores de las urbanizaciones afectadas para que se acerquen a denunciar. "Necesitamos que no ayuden para poder cumplir con nuestro deber. Si ellos nos ayudan daremos con ellos, lo más pronto posible". Cuando van a secuestrar, los "Runneros" se colocan en alguna de las vías oscuras del municipio y montan una falsa alcabala policial. Así capturan a sus víctimas.
Granados asegura que desde hace tres semanas no han cometido ninguna fechoría, pero no descarta que regresen. Estos maleantes son de Petare y de Maracay. Y saben que son más de ocho. Ese grupo es el que da la cara en las fechorías, el resto son los cabecillas que organizan y monitorean la logística.
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