jueves, 16 de julio de 2009

HUELGA DE HAMBRE Y VORACIDAD URBANA

Huelga de hambre y voracidad urbana
Henrique Hernández
Alejandro López Alfredo Roffé

Caracas sigue sin pegar una. La oposición que tanto le critica al gobierno su incapacidad para atender la seguridad, la basura, el tráfico, entre otras cosas, ahora, que tiene el control de la alcaldía metropolitana y cuatro de las cinco alcaldías, resulta que su "burgomaestre mayor" se lanza a una huelga de hambre para que lo dejen trabajar.
Mientras pudiera coordinar con sus cuatro alcaldes un sistema de planificación urbana para orientar la expansión de la ciudad hacia el sureste, por ejemplo, ¿o acaso la desaforada, destructora, irracional y absurda rapacidad habitacional en El Hatillo es una muestra de la calidad de ciudad a que aspiran? La alcaldía de El Hatillo, como la de Baruta y la de Chacao, donde se repite la voracidad constructora pero de centros financieros, empresariales y comerciales, son las que deben hacer dieta para dejar de agravar el déficit de transporte, servicios y equipamientos de los caraqueños.
El Alcalde Metropolitano hace huelga de hambre, pero donde hay colinas boscosas y buenos terrenos, se los devoran las fauces insaciables de los promotores privados con el debido "consentimiento" o "vista gorda" o "esos permisos los dio el anterior", de sus pasados y actuales alcaldes. Hacen huelga de hambre, pero se engullen el futuro de la ciudad.
Hacen huelga de hambre y se olvidan del control y del crecimiento planificado de Caracas.
Hacen huelga de hambre y no se ocupan del arbitrario e ineficiente transporte privado.
Hacen huelga de hambre y sus policías de brazos caídos.
Hacen huelga de hambre y las empresas de recolección de basura pasan cuando quieren y a la hora que quieren. Hacen huelga de hambre y la ciudad a la deriva como "barco en cuarentena".
Caracas, cuando le toque, tendrá que elegir a un nuevo Alcalde Metropolitano, pero sin ningún parecido ni semejanza a los tres que por allí han pasado. Es imprescindible incluir, de verdad, en la agenda política la relevancia de lo urbano, y la vivienda, y afrontarlos con seriedad, inteligencia, eficiencia y con mucho pueblo y sudor. Ojalá la gestión revolucionaria en Libertador dé un ejemplo de cómo iniciar el rescate y la transformación urbana para las mayorías y con la calidad requerida y deseada para una real y nueva forma de vivir en nuestra ciudad.
Así que, cero huelgas de hambre, más atención a los engordes indecentes de los especuladores urbanos y mucha planificación, porque ése es el trabajo de un gobierno metropolitano. Ése es su ámbito y no otro. Ubíquese, sude y coma sano.

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